El Municipio clausuró dos comercios que atendían al público durante la cuarentena obligatoria
Personal técnico procedió a cerrar un local de pagos y cobranzas y un cotillón e intimó a otros locales abiertos. Se fiscalizó y ordenó el tránsito en diversas zonas y se desmontó una feria.
La Municipalidad de Rosario, a través de la Secretaría de Control y Convivencia, reforzó el control preventivo en el espacio público en sintonía con el decreto presidencial de aislamiento social, preventivo y obligatorio vigente hasta el 31 de marzo inclusive. En ese marco, se labraron dos clausuras a comercios y se intimó cerrar a algunos que estaban abiertos a pesar de la prohibición de hacerlo. También se desmontó una feria y se controlaron taxis en la terminal de ómnibus.
De acuerdo a la información brindada por la secretaria Carolina Labayru, este viernes a la mañana integranes de la oficina técnica de la secretaría procedieron a la clausura de un cotillón ubicado en España al 900, luego de que personal de la Policía de Rosario diera cuenta sobre la apertura de un negocio en medio de la cuarentena. Los agentes se presentaron en el lugar y constataron que el local estaba activo. Además, se detectó que la habilitación para funcionar estaba vencida al igual que la prórroga. De esta forma, se fajó el frente del inmueble.
Horas después, en bulevar Rondeau e Irigoyen, se notificó que un local de la cadena Rapipago estaba funcionando, e incluso había unas 5 personas en el frente. Los agentes le explicaron la disposición vigente y cerraron el espacio, mientras se colocó en el ingreso la faja de clausura.
Se concretaron, además, controles en bares con panadería y se los instó a funcionar sólo con modalidad venta al mostrador, con el debido control de ingreso de personas y envío a domicilio. Por otra parte, se intimó al cierre de una perfumería en Rioja y Corrientes que estaba abierta.
En tanto, agentes de la Guardia Urbana Municipal (GUM) efectuaron recorridas por el centro y microcentro, constatándose que en las galerías céntricas no había actividad, tampoco en los comercios de las peatonales. En cambio, se tuvo que desmontar una feria que se había instalado en la plaza San Martín, de Dorrego y Santa Fe.
También se intervino ante la presencia de jubilados y pensionados en la zona bancaria, a quienes se persuadió para que regresen a sus hogares teniendo en cuenta el decreto nacional.
Por su parte, la Dirección de Fiscalización de Transporte controló la circulación de taxis y remises en la zona de la Terminal de Ómnibus de Rosario. Asimismo, se ordenó el tránsito en Tucumán y Moreno por un incendio que fue controlado por bomberos zapadores.