Reiteran recomendaciones para evitar problemas respiratorios e intoxicaciones por monóxido de carbono
Se recuerda cuidar a los chicos del frío, abrigarlos con prendas que permitan buena movilidad. Además se sugiere controlar los artefactos para calefaccionar y ventilar adecuadamente los ambientes.
Ante las bajas temperaturas, la Secretaría de Salud Pública reitera recomendaciones para evitar problemas respiratorios e intoxicaciones por monóxido de carbono.
Es fundamental cuidar a los chicos del frío, completar el esquema de vacunación y realizar los controles pediátricos. Además, es importante asegurar la lactancia materna para que las defensas sean más altas y extremar los cuidados en niños de bajo peso al nacer o prematuros.
Se recomienda abrigar a los niños con prendas que le permitan una buena movilidad.
Por su parte, los adultos deben saber que para evitar el contagio de infecciones respiratorias se recomienda:
- Evitar el hacinamiento.
- No fumar en ambientes cerrados, especialmente si hay niños, ya que favorecen las infecciones y profundiza la gravedad.
- Lavarse las manos luego de tener contacto con alguna persona con gripe.
- En lo posible aplicarse la vacuna antigripal teniendo en cuenta las recomendaciones.
En cuanto a la demanda en los hospitales por enfermedades respiratorias, las autoridades de la cartera sanitaria local destacan que, si bien es alta, la situación está totalmente controlada y se responde a todas las consultas.
Intoxicaciones por monóxido de carbono
Para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono se recomienda controlar los artefactos para calefaccionar y ventilar adecuadamente los ambientes ya que el gas (monóxido de carbono) emanado por una mala combustión puede provocar accidentes domésticos.
El monóxido de carbono es un gas altamente venenoso que no tiene color, olor ni sabor y es casi imposible detectarlo por nuestros sentidos. El mismo ocasiona daños en el sistema nervioso central, provocando asfixia y consecuencias irreversibles, incluso la muerte de la persona en caso de concentraciones muy altas.
Los síntomas de una intoxicación aguda son: confusión, mareos, dolores de cabeza, zumbido de oídos, nauseas, vómitos, palpitaciones, parálisis, convulsiones, coma.
Este gas es provocado por la combustión incompleta de gas natural, el gas licuado, el kerosene, el carbón, la leña, la gasolina -motores de combustión-, madera, papel y aceite, entre otros.
Recomendaciones
- No dejar braseros ni artefactos encendidos de noche.
- En los ambientes donde funcione un artefacto para calefaccionar, asegurar una buena ventilación debido a que la llama consume oxígeno. Además, ventilar los ambientes permite la salida del monóxido de carbono.
- Controlar que la llama de los mecheros sea de color azul. Si el color de la misma es amarillo se está produciendo monóxido de carbono. Ante esta situación, apagar el artefacto inmediatamente y revisar el quemador por un gasista matriculado.
- Las reparaciones en los artefactos deben ser realizadas por un gasista matriculado.
- No instalar calefones catalíticos en dormitorios.
- Controlar que el conducto de evacuación al exterior de gases no esté obstruido, abollado o desconectado.