16 de noviembre

Intendencia

Mónica Fein afirmó que los gobiernos municipales necesitan ser escuchados

La intendenta celebró desde el Vaticano la convocatoria de Francisco a los alcades. “Es una iniciativa que cambia la perspectiva del municipalismo”, sustuvo.

La intendenta Mónica Fein continúa en el Vaticano participando en el Coloquio Internacional convocado por el Papa Francisco en el Vaticano, titulado Esclavitud Moderna y Cambio Climático: el Compromiso de las Ciudades, en el que participan unos 60 alcaldes de influyentes urbes de todo el planeta.

En su exposición, Fein agradeció al Papa y destacó que las conclusiones del coloquio "impactarán en la conciencia de la humanidad para convencer definitivamente a los líderes del mundo de la necesidad de adoptar acciones concretas que modifiquen positivamente el estado actual de las cosas".

Posteriormente, la mandataria atendió a la prensa internacional y remarcó la presencia de alcaldes de todo el mundo hablando sobre los efectos del cambio climático y la esclavitud moderna, con ponencias realmente muy destacadas. “Desde Rosario estamos emocionados por estar aquí y por traer la voz de las ciudades. Este año los líderes internacionales van a definir políticas sobre el  cambio climático y los objetivos de desarrollo sostenible.  La Academia Pontificia y el Papa Francisco nos han convocado para que la voz de las ciudades se escuche antes de esa reunión (vigésima primera Conferencia de las Partes de París (COP21) programada para diciembre) de los líderes internacionales”, dijo Fein, destacando que el principal objetivo de esteencuentro es que los alcaldes se unan a la petición de los líderes religiosos, para que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) considere la esclavitud moderna y la trata de personas como un delito que lastima, vulnera y es un flagelo que enfrente actualmente la humanidad.

Sobre la propuesta del Papa Francisco convocando previamente a los alcaldes, opinó la intendenta: “Es una iniciativa que cambia la perspectiva del municipalismo, algo que venimos construyendo desde hace muchos años los intendentes, los alcaldes, los prefectos. Somos el gobierno más cercano, el más próximo, el que más cambios puede realizar, pero el que necesita ser escuchado”.

La invitación a Francisco

La cronista española le preguntó a Fein si le ofreció al Papa visitar la ciudad de Rosario. “Sería maravilloso. Ya le enviamos una invitación porque el arzobispo de Rosario (Eduardo Eliseo Martín) estuvo acá hace pocos días. Nuestra ciudad lleva el nombre de la Virgen del Rosario, así que esperamos que el Papa pueda visitarla, sería un honor para toda la ciudad”, respondió la mandataria local y agregó sobre el sumo pontífice. “Creo que se ha convertido en un líder mundial, no solo de la Iglesia Católica y esta convocatoria interreligiosa para hablar de la esclavitud moderna, es una convocatoria a repensar el sistema económico, a pensar que el objetivo de cualquier desarrollo económico son las personas, por eso lo esperamos en nuestra ciudad, que como todas las ciudades de Sudamérica tiene grandes desafíos. Por un lado, lograr una mayor igualdad y construir juntos una sociedad mucho más igualitaria, solidaria, humana y creo que Francisco está llamado para liderar ese cambio”, finalizó.

Los obsequios al Papa

Los presentes que llevó la comitiva local en representación de Mónica Fein, fueron entregados finalmente este martes en el Vaticano.

En la imagen se puede apreciar sobre una mesa de la Casina Pio IV de la Academia Pontificia de las Ciencias, las figuras de Inodoro Pereyra y Mendieta (personajes creados por el rosarino Roberto Fontanarrosa, cuyas versiones fueron realizadas por dos artistas plásticos rosarinos: Ariel Maciel y Claudio D'Angelo).

Para reafirmar la invitación que ya fue enviada al Santo Padre con el objetivo de que pase por Rosairo en el marco de su visita a nuestro país en el 2016, se le obsequió a Francisco una fotografía (realizada por Silvio Moriconi) con la imagen del Monumento a la Bandera poblado de chicos en una jura de la bandera, y una réplica de la tapa de La Capital del día después de la llegada de Juan Pablo II a Rosario en 1987.