Evitar el consumo de sal mejora la calidad de vida
La Secretaría de Salud Pública realiza campañas de concientización para la reducción del consumo de sodio, con el objetivo de prevenir casos de hipertensión arterial y daño cerebrovascular.
La Secretaría de Salud Pública realiza acciones en forma periódica para evitar el consumo de sal. Así, desde el año 2009 lleva adelante el proyecto ¿Cómo le ponés sal a tu vida?, por el cual se llevan a cabo distintas actividades en todos los distritos de la ciudad destinadas a promover cambios de hábitos en la alimentación, a través de la cocina saludable, y a contribuir a mejorar la salud de la población en relación a las enfermedades vinculadas con el consumo excesivo de sal.
Esta iniciativa, junto a otras medidas, como la ordenanza aprobada por el Concejo Municipal que prohíbe el ofrecimiento de saleros en los comercios gastronómicos, son decisiones que ayudan para que parte de la población se replantee la necesidad de incorporar más sal en un plato que ya contiene sodio y pensar en la necesidad de hábitos más saludables.
Los últimos estudios en la materia dan cuenta del exceso en el consumo de sal por parte de la población. Se estima que se consumen 13 gramos diarios de sal por habitante en la Argentina, cuando lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud es de 5 gramos al día.
Estos datos se ven confirmados localmente en las intervenciones sobre alimentación y por la información recogida por los equipos de salud respecto de enfermedades relacionadas con este consumo, entre ellas insuficiencia cardíaca e infartos, dificultad en la función de los riñones, retención de líquidos, enfermedades gástricas y accidente cerebrovascular.
“Los nutricionistas decimos que no es necesario agregar tanta sal de mesa a los alimentos naturales porque ya contienen el sodio que necesitamos. Con un agregado de tan sólo cinco gramos de sal por día se cubre la necesidad de sodio que el cuerpo necesita", destacó Mercedes Ruben, nutricionista de la Secretaría de Salud Pública.
"Hay que evitar incorporar la sal antes de probar la comida. Primero hay que probar los alimentos y tener en cuenta otros condimentos para saborizar como hierbas aromáticas, pimientas, ajos y cebollas, por ejemplo. Hay que darse la oportunidad de probar alimentos sin sal para conocer el verdadero sabor de los alimentos y no el sabor exclusivo de la sal”, agregó.
En este sentido, se recomienda reducir el consumo diario de sal, elegir alimentos procesados y naturales con menor contenido de sodio, evitar agregar sal a las comidas y buscar alternativas para sazonar las elaboraciones caseras.
El sodio natural contenido en los alimentos más 5 gramos de sodio al día son suficiente aporte para satisfacer las necesidades diarias, lo que implica se reduzca el agregado de sal de mesa a 1 gramo por comida o el equivalente a 1/2 cucharadita de sal por almuerzo y cena.
Desde la cartera sanitaria local señalan que "es necesario tomar conciencia de la cantidad de sal que se consume en diferentes alimentos y de los efectos adversos en su salud. Existe evidencia científica suficiente de que la ingesta excesiva de sal es un factor determinante de la presión arterial elevada". La hipertensión no produce síntomas, por eso se la llama el asesino silencioso, y es la principal causa de desarrollo de las enfermedades cardiovasculares en Argentina.
Los niños son la población especialmente vulnerable al instalar desde edades tempranas el exceso de sal agregada o el consumo de alimentos industrializados ricos en sodio. Al respecto, Mercedes Ruben explicó que "estamos detectando casos de niños y adolescentes que, a edades muy tempranas y acompañados de sobrepeso, padecen presión arterial elevada. Una situación impensada hace años. Por este motivo, desde hace un tiempo a esta parte en los controles pediátricos se implementó la toma de tensión arterial. El problema actual es que cada vez más se consumen alimentos industrializados y menos caseros. Todos los alimentos industrializados tienen un agregado de sodio que en los naturales no se encuentran”.
Además, la presión alta es una de las patologías más frecuentes como enfermedad crónica no transmisible, por lo que es fundamental reducir el consumo de sal no sólo en pacientes hipertensos sino también en aquellos que tengan antecedentes de presión alta, ya que en su genética está la patología.