Señalizaron la Plaza de los Pueblos Originarios y contaron la historia de su nombre
Las diferentes denominaciones que tuvo el espacio ubicado en el parque Independencia expresan la lucha de las comunidades originarias por sus derechos.
La Municipalidad de Rosario, a través de la Dirección General de Derechos Humanos y Memoria, de la Secretaría de Género y Derechos Humanos, llevó a cabo el miércoles 9 de noviembre la señalización de la Plaza de los Pueblos Originarios, ubicada en el Parque Independencia, un testigo material de la historia de opresión y lucha por memoria, justicia e identidad que hace más de 500 años llevan adelante las comunidades originarias en el país.
La actividad se realizó en el marco del Programa de Señalética de Marcas de Memoria, en articulación con la Dirección de Pueblos Originarios municipal. En la marca inaugurada se cuenta la historia de los nombres que le fueron otorgados a este espacio público y que se inicia en 1979, cuando en plena dictadura cívico militar se lo llamó «Campaña del Desierto», en homenaje al centenario de la avanzada del Estado nacional contra la población indígena en la Patagonia argentina. Ese año la Junta Militar en el poder organizó una serie de importantes actos conmemorativos en varias ciudades del país, y Rosario fue una de las sedes elegidas.
La marcación es acompañada de un video para redes sociales disponible en youtube, en el que se exhiben imágenes de archivo, fotos, video y documentos que testimonian la reivindicación por parte del gobierno dictatorial del genocidio de los pueblos originarios en el sur argentino. De esta manera, el ejército de Roca y la dictadura presidida por Videla quedaban enlazados en su misión exterminadora.
En 2001, los reclamos de las comunidades originarias fueron escuchados y por ordenanza la plaza pasó a llamarse «Aborígenes Argentinos». Finalmente en 2006, las comunidades expusieron que la denominación «pueblos originarios» era más representativa del respeto y el reconocimiento hacia sus identidades y derechos.
Durante el acto, mujeres de las diferentes comunidades, entre ellas qom, quechua, moqoit y mapuche, cantaron en lenguas originarias, bailaron y expresaron su alegría por estar señalizando un lugar tan simbólico para sus pueblos, que cuenta la historia de sus antepasados y que, en la actualidad, apunta a convertirse en el lugar de encuentro, celebración y también de reivindicación de sus derechos económicos, sociales y culturales.
Mariana Caminotti, secretaria de Género y Derechos Humanos, sostuvo: “En un momento donde parecen resurgir y circular con más fuerza discursos violentos que niegan el terrorismo y los genocidios, e incluso los reivindican, nos parece un deber del Estado afianzar el compromiso con esa historia, con la verdad sobre el pasado y con los colectivos que continúan luchando por la reivindicación de sus derechos humanos como son las comunidades originarias que habitan nuestra ciudad”.
La directora de Pueblos Originarios, Marcela Valdata, destacó la importancia de hacer memoria sobre este lugar y su vínculo con el primer genocidio implementado en nuestro territorio, que es el de los pueblos originarios. “Para nosotros esta plaza fue siempre negada, estaba como en un segundo lugar. Nuestro desafío era lograr apropiarnos de este espacio público. Por eso organizamos aquí el primer encuentro luego de la pandemia y fue realmente una fiesta”, contó.
Por su parte, Cecilia Vallina, directora general de Derechos Humanos y Memoria, explicó: “La señalización persigue el objetivo de visibilizar una historia que aún está presente, un lugar de la memoria de nuestra ciudad que construyó su significado a través del tiempo en una interrelación constante con los diferentes sectores de la sociedad”.
La marcación se suma a las realizadas el pasado 3 de noviembre en barrio Toba, donde fueron inauguradas 10 señaléticas bilingües en calles y pasajes cuyos nombres fueron elegidos por la comunidad en 2001. El objetivo de estas acciones es visibilizar y poner en valor la historia, la cultura y la diversidad de las comunidades originarias que habitan la ciudad. La selección de los lugares a señalizar es resultado de un trabajo de investigación y de colaboración e intercambio con organizaciones, organismos de derechos humanos, instituciones y grupos de vecinas y vecinos. Estas marcas de memoria se incorporan al Mapa de Señalética, una herramienta digital interactiva que permite la geolocalización y visibilización de las huellas en el territorio.
Presentes
Estuvieron presentes también Sabrina Gullino, coordinadora de Memoria de la Secretaría de Género y Derechos Humanos; Ruperta Pérez, coordinadora general de Pueblos Originarios e integrante de la comunidad qom; Ofelia Morales, de la comunidad qom; Saida Mamani, de la comunidad quechua; Zulema Maldonado, de la comunidad moqoit; Graciela Torres, representante mapuche; y representantes del Consejo de Coordinación de Políticas Públicas indígenas de la Municipalidad de Rosario.